"no será que el principal problema son los estímulos desordenados?". Me viene a la memoria una interesante reflexión de Byung-Chul Han, un importante filósofo contemporáneo. Según él, hace algún tiempo el occidente estaba fundado en una “sociedad disciplinaria”, protagonizada por “sujetos de obediencia”, lo que ha sufrido una paulatina transformación hacia lo que denomina “sociedad del rendimiento”, cuyos actores principales son “sujetos de control”. En la sociedad del rendimiento existen pocos o nulos límites; el sujeto tiene capacidad de alcanzar infinitas posibilidades. Sin embargo, irónicamente, está sometido a una “libre obligación de maximizar el rendimiento”. La sociedad del rendimiento, llevada al extremo, sin los límites adecuados, conduce hacia lo que el propio autor denomina la “sociedad del cansancio”. Esta prisa, ese afán desequilibrado de rendimiento, parecería suceder en distintos órdenes: en el personal, en primer lugar, pero también en el mundo de la...
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